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Prefeito Imperfecto

Cuando asume un gobernante y sistemáticamente dedica su energía y los recursos del estado al que representa, en pintar de grises todas las paredes, pasajes y calles de una ciudad, que antes estaban intervenidas por infinita variedad de artistas urbanos, está reflejando su corta visión sobre urbanismo moderno, participación ciudadana y en definitiva, sobre la democracia.

Es el caso del actual Prefeito de la ciudad de Sao Paulo, don Jõao Doria Junior, un gran empresario devenido en político que, acorde a los peores ejemplos de los tiempos que corren, elige acallar voces, oscurecer visiones y levantar muros. 


Porque al prohibir la libre expresión en los espacios de uso público y en las propiedades privadas que desean dar lugar a los artistas, se pretende dormir las miradas, anestesiar las emociones, bañar de tristeza y uniformidad aquello que clama por emerger.

Porque un muro intervenido con arte nos cuenta cosas, nos habla de vos, de mi, de nosotros. Entabla un puente mientras nos hace reír, nos invita a pensar, nos conmueve, nos inspira alegría y también sorpresa.


Los artistas urbanos son portadores de mensajes, son hombres y mujeres que aman la libertad, la expresión y casi siempre, nos recuerdan aquello que las "grandes masas", amantes de los "grandes discursos políticos" y de los programas con más rating de los "grandes medios de comunicación", pretenden olvidar, deciden no ver ni mostrar, eligen negar.


Aquello que los artistas comunican nos conecta con la alegría, con el amor, con nuestros sueños y con la esperanza de hacerlos realidad. 


Nos permite reírnos de nosotros mismos, de la perversidad a la que ha arribado lo humano sumido en el desamparo, en la polución de sus valores, en la intoxicación de sus emociones, en la anulación de su instinto.

Nos permite detener por un instante el ritmo frenético que anula nuestra observación, la contemplación de la belleza, de las miradas que se encuentran, quizás, mirando una obra de arte. Cosa que seguramente no sucederá ante un muro gris.

El arte como manifestación urbana, nos invita a repensar la enloquecedora cultura en la que cada día intentamos sobrevivir, que lejos de contenernos intenta separarnos de la vida, de lo luminoso, de lo trascendente.


El arte nos habla de solidaridad, de cooperación, de la importancia vital de la Diversidad y de la Unión. Esa que es producto del encuentro y el respeto por lo diferente. Por las distintas formas de pensar, de ver, de expresar, de sentir y de concebir la Vida. 

Los humanos no somos iguales y bien lo sabemos. Por eso necesitamos expresar nuestra individualidad, lo que nos hace únicos y maravillosamente distintos.


"Somos Uno" cuando conscientes de ello nos sabemos unidos, como Comunidad Humana.


"Somos Uno" cuando nuestro instinto de Vida se conecta con el Todo y se reconoce parte de él. 


Y sin lugar a dudas allí no llegamos embanderados bajo un mismo color, y mucho menos aún bajo un gris. 

Un color que no es ni negro ni blanco, que carece de pasión, que no inspira alegría, que nos entristece la vista por más creativa que sea nuestra mirada. 

Un gris para los muros de una sociedad como la brasileña es una cachetada. Es un verdadero insulto a su cultura, a su tradición, una falta de respeto a su propia naturaleza. 

Sería una cruel ironía que en la ciudad de Sao Paulo se acalle al arte, se nos prive de cultura. Esa misma ciudad que vio nacer a #Kobra, (eduardokobra.com) artista urbano referente y mundialmente conocido, que ha pintado sus obras en las ciudades más bellas del mundo.


Ojalá que don Doria recapacite a tiempo, antes de ser recordado como el hombre gris que actuó enceguecido por su corta visión y sus retrógradas ideas de la vida en comunidad.

Ojalá no tengan razón mis queridos amigos brasileños, seres pensantes y sensibles, socialmente comprometidos, artistas y profesionales responsables y creativos, cuando al Prefeito lo llaman "el Perfecto Idiota". 


Porque sólo un "Perfecto Idiota" puede entristecer la belleza de una gran ciudad como es Sao Paulo, la más poblada de todo Brasil, es la ciudad capital del Estado de São Paulo y la principal ciudad de la Región. Cuenta con una población de mas de 12 038 175 habitantes. Por ello es considerada la primera metrópoli de América y una de las más pobladas del mundo.

Con más razón, debiera dar el ejemplo ya que se trata de una ciudad habitada por infinita cantidad de diversas voces, colores, sabores, sonidos y pensamientos que en ella confluyen y que son fuente de inspiración para muchos otros.

Una comunidad que anhela ser libre y pacífica. Y que para ello también necesita del arte, un motor indispensable que oxigena sus calles y a su gente. Un puente que nos trae belleza y esperanza para transitar con más liviandad y emoción la Vida. Esa que por momentos (que para muchos son eternos), está llena de injusticias y desesperanza.

Quitarnos el arte es un atentado contra la condición humana. Es quitarnos el derecho de ser y hacer en libertad. Es pretender imponernos cómo debemos vivir. Es anular nuestras conciencias y silenciar nuestras voces. 


Sin arte en las calles qué otros muros se levantarán? Qué otras voces se callarán? Qué diversidad se aplacará? Seamos constructores de puentes por los que se va y se vuelve, donde nos encontremos juntos recreando y expandiendo la Vida, compartiendo el arte y todo lo demás, integrados, unidos y respetuosos de la Diversidad. 



Verónica Willenberg Periodista y Comunicadora Biocéntrica  Sao Paulo, Febrero 4 de 2017

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