Detuve mi auto frente al #CGP de la Comuna 13, en Av. Cabildo, Belgrano, #BuenosAires. Acababa de comprar mi desayuno en un #Havanna cercano y estaba por disfrutar de un delicioso café con crema y chocolate, con toques de avellana (mi preferido).
Mientras estacionaba mi auto vi pasar por la vereda a una mujer mayor. Su aspecto era muy descuidado y su paso lento. Toda su presencia denotaba que la calle era su lugar. Su único lugar.
Su saco sucio, con marcas pronunciadas en su espalda, me dieron la impresión de que dormía en el suelo con frecuencia.
Continué observándola mientras ella llevó las manos a su rostro y lloró. Lloró por unos breves momentos que atravesaron mi corazón y mantuvieron mi café inmóvil, en mi mano paralizada.
Luego se secó las lágrimas y siguió caminando.
A esa altura mis lágrimas acompañaban las suyas, a la distancia, sin que ella pueda percibirlo.
Yo la observaba como quien mira una película que transcurre como tantas otras, frente a nuestros ojos, a cada instante, cada día. Esas que ni siquiera percibimos o bien dejamos pasar, cuando vamos en piloto automático, sumidos en "nuestros temas".
Bajé del auto, apuré mi paso y me acerqué. La miré a los ojos, con un gesto de complicidad mientras me arrimaba. Aún siento su olor rancio en mi cara. Aún me siento unida a su paso lento que vi alejarse, luego de conversar un rato con la mirada humedecida de ambas y de compartirle el café más dulce que haya comprado.
Varias personas que pasaban por ahí detenían su caminar y observaban de lejos. El diarero no me quitaba los ojos de encima. Al regresar de mi trámite le pregunté si la conocía, si siempre estaba por esa cuadra. Me dijo que sí y que son muchos más los que duermen en esa calle cuando él llega de madrugada a abrir el puesto.
No me interesa en este post abrir debates acerca de qué gobierno de qué década es responsable de esto. Sí compartirles lo agradecida que me siento por levantar la mirada a cada paso, para encontrar tanto la belleza como lo incómodo y en ese espacio compartir el amor humano. Lo bendecida que me considero cuando puedo encontrarme con un otro, sea esta mujer o la directora de comunicación de un gran emprendimiento, como me pasó esta semana, y en cada contexto diverso, "conectar" y constatar que "somos con otros" y que podemos acompañarnos en el camino.
Agradezco cada vez que surge la oportunidad de descubrir y practicar el nosotros que habita en nuestro corazón, ese que se expande como un puente, en este mar de gente que somos.
Para casos como este, tengan en cuenta este área del Gob. de la Ciudad para poder comunicarse y pedir asistencia:
El nro. es el 108 y reciben los llamados tanto de personas en situación de calle, para que puedan dormir y asearse en un parador, como así de los vecinos de la ciudad, que podemos aportar ubicaciones precisas de personas que necesitan asistencia.
Ahora están desarrollando el Plan de Invierno, en el que reparten viandas de comida caliente, abrigo y mantas, según me informó la Sra. Roxana, con quien conversé un largo rato al llegar a mi casa. Quise que me cuente cómo trabajan, cuántas personas en situación de calle y cuántos vecinos, son los que se comunican a diario. Y en ambos casos son muchos.
Seamos con otros. El mejor modo de Ser Nosotros!
http://www.buenosaires.gob.ar/desarrollohumanoyhabitat/buenos-aires-presente-ba
VeroWillenberg.com
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